Siempre que viajamos a algún lado, aunque sea en modo relax como estamos esta vez, intentamos buscar planes de turismo cultural para aprovechar y conocer los diferentes atractivos de la zona, y estando en Tarragona no podíamos dejar de visitar su capital y algunos municipios de alrededor.
Tras pasar nuestra primera noche en Camping Miramar, las peques se levantaron prácticamente al alba, así que antes de las 10:00 ya estábamos de ruta paseando por las calles de Tarragona.
TARRAGONA
Dejamos el coche en el Parking Saavedra y fuimos directamente por el Paseo Arqueológico a la entrada de la muralla en donde compramos una entrada combinada para visitar los cuatro monumentos romanos más importantes de la ciudad, Muralla, Circo, Anfiteatro y Foro. Si os interesa visitarlo la entrada son menos de 8€ por persona y los menores de 16 años entran gratis.
Caminando por la Muralla entramos a la parte antigua de la ciudad para perdernos por sus calles y plazas, desayunar en una terraza, ver tiendas, hacer paradas en algún parque a la sombra y descubrir el encanto de la ciudad paseándola, sin un destino fijo, sin mapas y sin prisas.
En nuestro camino vimos los restos del Circo romano y Martina, que justo está estudiando Roma en el cole, alucinaba al verlo todo tan «real» a pesar de haber pasado unos cuantos cientos de años. Llegamos al Anfiteatro, justo pegado al mar, y comimos en una terraza con una zona de juegos que se llamaba Les Granotes Terrassa.
Si hubiéramos estado solos probablemente hubiéramos aprovechado para entrar al museo arqueológico, o para volver a perdernos por las callejuelas de la ciudad, pero intentamos seguir el ritmo de las peques y lo cierto es que necesitaban una siesta, así que aprovechamos para volver al coche y poner rumbo a Roda de Bara, a unos 25 minutos de Tarragona.
RODA DE BARÁ – ROC DE SANT GAIETÀ
Una de las maravillas de Instagram es que sólo hace falta preguntar o simplemente mencionar que estás por la zona para que decenas de personas te envíen sus recomendaciones sobre lo que no puedes perderte, y por varias seguidoras llegamos a la urbanización Roc de Sant Gaietà, dentro del municipio de Roda de Barà.
Os reconozco que al entrar fui un poco escéptica porque sólo veía casas y más casas pero nada que me llamara la atención, hasta que llegamos a un parking en el que dejar el coche y vimos una entrada a lo que parecía una mini ciudad de cuento, pegada al mar, con muchísima vegetación, y edificios que seguían diferentes estilos arquitectónicos de España y Europa. Un verdadero capricho de lugar en el que se respira calma y silencio, al menos en esta época en la que aún no es temporada alta.
Roc de Sant Gaietà es además el sitio perfecto para tomar un helado, ya que allí se encuentra la heladería Cal Sisquet, subcampeona del mundo en heladería! En temporada baja sólo haber los fines de semana, así que nosotros no los pudimos probar. Si te pasa lo mismo puedes ir a la Jijonenca, que también están muy ricos 😉
ALTAFULLA
Gracias a otra recomendación de Instagram, dimos con este pintoresco pueblito costero en el que encuentras el encanto de las ciudades antiguas en la parte alta (Altafulla pueblo), y la tranquilidad de su paseo marítimo con casitas bajas blancas (Altafulla playa). Nosotros visitamos la parte alta para ver el famoso Castillo de Tamarit, y encontramos rincones preciosos por sus calles para luego aprovechar las últimas horas de sol en su playa antes de volvernos al Camping. Un plan redondo 😉
Aún nos quedan unos días por aquí y no sé si nos volveremos a meter en el coche para hacer turismo… nos están cuidando tan bien en Playa Montroig y hay tantas opciones de ocio que no apetece salir! El lunes os cuento como está siendo nuestra estancia aquí 🙂
