A veces nuestros mejores planes por la ciudad son 100% improvisados porque, de todos modos ¿quien es capaz de planear algo por adelantado teniendo niños?. Así que la mayoría de los días nos despertamos sin prisa, desayunamos con calma, y si veo que tienen ganas de aventura, cargamos nuestra bolsa con todo lo imprescindible para pasar el día fuera y nos subimos al autobús.
Y ayer fue uno de esos días en los que a pesar del calor nos lanzamos a la calle y pasó de ser «domingo 19 de julio de 2015» a «el día que tuvimos que llamar a los bomberos». Cómo lo leéis… pero punto por punto.
Nuestra primera parada fue en el centro cultural Conde Duque, cuyo patio lleva unas semanas convertido en «The Urban Beach Cinema» y además este fin de semana se celebraba una edición Pop-up del famoso mercado de diseñadores «Nómada Market» .
Según llegamos paseamos por los puestos y nos encontramos con Susana, de Perfect Days, una marca de ropa infantil que descubrí en Instagram, con diseños muy originales y 100% hecho en España.
Nos llevamos dos vestidos preciosos para Martina, y no pude mirar (ni fotografiar!) nada más, por que las chicas me llevaron derecha a «la playa» que habían montado en la entrada ¿quien puede resistirse a arena de verdad, de esa con la que los castillos salen perfectos? Además había taburetes y mesas con pinturas, tablas de surf, y una lona que simulaba una paradisíaca playa y que dio mucho juego para sacar fotos súper divertidas. Y por si fuera poco, ¡estaba a la sombra! no podíamos pedir mucho más.
Pasamos allí un buen rato haciéndonos fotos, jugando, llenándonos de arena, enterrándonos los pies en ella, y cuando el sol comenzó a ganar terreno nos fuimos a picar algo a «Crumb», uno de nuestros restaurantes favoritos de la zona y que además está incluido en la guía foodiekids de Mammaproof. Tienen unos sandwiches de pan de masa madre riquísimos y el trato es de 10, así que somos clientes habituales.
Justo al lado, en la plaza de Cristino Martos hay una zona de columpios (a la sombra!) que también es visita obligada cuando estamos por el barrio, y no llevábamos ni 15 minutos cuando veo que Martina se ha quedado enganchada en uno de los columpios… Había metido la rodilla entre dos tablas de la estructura y no podía sacarla. Intenté tranquilizarla y hacer maniobras suaves para ver si salía pero con el calor se había hinchado un pelín y no se movía ni un milímetro… Sola con las dos y con una veintena de personas que me miraban sentados en una terraza pero sin tenderme una mano, fui directamente al móvil (gracias revolución tecnológica, gracias), y llamé al 112.
En menos de 3 minutos se juntaron bomberos, samur y un coche de policía, y en menos de 30 segundos la piernecita de Martina estaba liberada… pobre mía qué nerviosa estaba, aunque curiosamente cuando le dije que los bomberos venían de camino se emocionó un montón y estaba encantada con la idea de verlos.
Cuando se lo conté a mi chico no se creía que no hubiera hecho ninguna foto/vídeo/snapchat o similar y que no estuviera subido ya a todas las redes sociales posibles… y sí, reconozco que hubiera sido un recuerdo divertido que poder enseñarle a Martina cuando crezca, pero creo que esto no se le va a olvidar nunca, y en ese momento en lo único en lo que pensaba era en que ella estuviera bien, y en que el dispositivo que había liado no me llamaran madre exagerada…
Todo lo contrario. Bomberos, Samur y Policía nos tranquilizaron un montón, fueron súper divertidos con Martina, y se mostraron de lo más amable diciéndonos que pasaba más veces de lo que pensábamos y que para eso estaban. En fin, con mucha seguridad se va a quedar en ese cajón de los «¿Te acuerdas de cuando…?» y en una súper anécdota que contar a sus compañeros de cole.
Y vosotros, ¿qué habéis hecho este fin de semana? espero que haya sido menos accidentado que el mío!