La primera vez que escuché hablar sobre el «slow fashion» fue hace unos 10 años. Ahora es un término que tenemos más o menos colocado, y en los últimos tiempos ha habido un crecimiento de conciencia sobre la ropa que llevamos, en parte gracias a organizaciones como Slow Fashion Next o campañas como la de «who made my clothes» de Fashion Revolution, pero por aquel entonces yo veía imposible estar una semana sin pasar por mi tienda de ropa favorita y comprar algo. Lo que fuera.
Cuando nació Martina me empecé a interesar sobre la ropa de algodón eco, aunque había pocas marcas y las que había no eran españolas, así que resultaba complicado adquirir algo. Había poca oferta y los precios además eran una locura, ¿cómo iba a gastar ese dinero si en apenas 1 mes se le iba a quedar pequeño?. Poco a poco fui conociendo marcas sostenibles, que apostaban por la producción local, con diseños bonitos, posibles y divertidos, y a su vez nacieron muchas tiendas multimarca en las que poder comprar a golpe de click, y en ocasiones con descuentos fantásticos!
Una de mis tiendas favoritas para comprar este tipo de ropa eco y sostenible para peques, es Biobuu, principalmente porque llevan ya muchos años dedicándose a este tema, y tanto Vicky como Germán, sus dueños, están muy sensibilizados con la importancia de un consumo ético y responsable.
En su tienda se pueden encontrar marcas como Lötiekids, Perfect Days, Tiralahilacha, Minimono o Piñata Pum, con prendas para bebés recién nacidos, y hasta 8/10 años.
La clave para mí está en el consumo moderado. Por ejemplo las peques tienen su «uniforme» de ropa básica para ir al cole, pero cada temporada me gusta comprarles alguna prenda especial que sé que van a amortizar de lo mucho que van a usar. Y no falla. Cada temporada tienen una prenda favorita que no paran de ponerse, y curiosamente esa prenda es sostenible, ¿casualidad?
Puede que en si comparamos el precio de una camiseta en una tienda de ropa eco y en la tienda de las 4 letras, pensemos que es caro. Pero después del primer lavado sabes que has hecho la mejor de las compras. Que a esa prenda no le han salido pelotillas y a la otra sí, que no hay que plancharlas para que queden en su forma original, que son suaves, apetecibles y temporales, y sobretodo, que con tu dinero estás ayudando a que el mundo sea un lugar mejor.
Y sí, estoy de acuerdo en que es difícil comprar todo eso es complicado, pero quizá deberíamos replantearnos cuanta ropa necesitamos o necesitan nuestros hijos. Probablemente la mayoría, y me incluyo, tenemos más, mucho más de los que realmente usamos.
También podemos aprovechar momentos como las rebajas, los descuentos «Green Friday» de Biobuu para aprovecharnos de todo tipo de ofertas y rebajas en prendas que en su precio original quizá se nos salieran de presupuesto, y pensar en varios looks en los que podríamos combinar esas prendas, como en los cuadros que os muestro en este post, en los que todas las prendas son combinables entre sí
¿Qué opinas tú, mejor poco y bueno? ¿Crees que comprar sostenible es más caro? ¿Alguna marca local y de algodón eco que me recomiendes?
Feliz fin de semana, y feliz Green Friday!
