Las primeras Navidades de Martina, apenas tenía 3 meses, No se iba a enterar de los regalos, y nada le iba a llamar la atención más que para llevárselo a la boca y chuperretearlo, pero quería encontrar algo especial que nos recordara siempre a sus primeras navidades. Quería algo que perdurase en el tiempo, que guardara con mimo para que mis hipotéticos nietos jugaran con ello en un futuro, que fuera blandito, artesanal, colorido. Así que con ella en el fular, me propuse recorrer las jugueterías con más encanto de Madrid (que dan para otro post), hasta que llegué a un rinconcito diminuto y precioso de Malasaña que por entonces se llamaba Copperpot y cuyas estanterías estaban llenas de tesoros.
Cuando entré, en seguida me fijé en una granjita de tela que tenían en el escaparate, con animales preciosos, y hasta granjero! Así encontré el que sería el regalo estrella de los primeros Reyes de mi pequeña, e inmediatamente empecé una relación de amor total por los juegos y juguetes de la marca sueca Oskar & Ellen.
El fundador de la empresa cuenta que pensó en fabricar este tipo de juguetes a raíz de sus frecuentes viajes en avión con sus hijos. No encontraba ningún juego que fuera al mismo tiempo educativo, suave al tacto, y con el que los niños pudieran entretanerse tranquilos durante el vuelo para así evitar molestar a otros pasajeros, y así es como comenzó creando sus famosos «Quiet Books» que viene a ser algo así como «Libros para entretenerse» en los que los niños pueden levantar solapas, emparejar piezas con sus respectivos colores, conocer los números, y realizar varias actividades más.
Los calendarios permanentes, mapamundis y murales de aprendizaje van con un sistema de piezas con velcros para que los niños puedan utilizarlo por sí mismos fácilmente. De ésta manera, pueden cambiar la fecha, conocer las características de los continentes ó realizar operaciones matemáticas sencillas.
Los sets de «pretend play» ó juego simbólico, son a cada cual más bonito y no les falta ni un detalle. ¿Hacemos un picnic y nos tomamos un té después?, ¿vamos al mercado y cocinamos luego? ¿ó mejor regamos las flores y tomamos un helado? .
En sus casitas de tela cabe cualquier escenario, y una vez las abres la imaginación hace el resto. Piratas, princesas, una granja ó un establo, un tipi ó la casa de unas hadas, son algunas de las opciones que podemos encontrar
Otro de sus productos más bonitos son los disfraces de animales para niños. El elefante me tiene totalmente conquistada… También tienen accesorios para las habitaciones como medidores, cestos para los juguetes, ó murales para formar con fotos el árbol genealógico de la familia.
En su web se puede comprar online, pero he encontrado mejores precios en BabyMims. Tambiénpodéis encontrar alguna tienda física en la que comprar sus productos en su directorio de tiendas en España.
Y vosotros, ¿tenéis alguna marca de juguetes favorita?
