Desde hace ya unas semanas me «obligo» a salir de casa con la cámara en la mochila, sobretodo si vamos al centro a hacer algún plan chulo o visitar algún sitio nuevo por que sé que la única manera que tengo de mejorar mis fotos es practicando, practicando y practicando (o mejor, disparando, disparando, disparando 😉 )
Tengo pendiente apuntarme a un curso al que tengo echado el ojo, pero la última vez que hice algo parecido al final hacía la mitad de los ejercicios, y llegaba tarde y mal a las clases, así que aunque lleve algo más de peso del habitual (de ese «habitual» cuando tienes dos niñas y una de ellas aún lleva pañales, y la otra tiene hambre/sed cada 30 minutos), lo tomo como una oportunidad de aprender y con suerte, sacar alguna foto chula.
Y éstas son de este sábado cuando estuvimos en el Lost & Found Market, un mercado de artículos de segunda mano y vintage que se instaló en el Centro Cultural Conde Duque durante todo el fin de semana y en el que gente de todo tipo compraban, vendían e intercambiaban toda clase de objetos.
Lámparas setenteras, botellas de refresco antiguas, vestidos veraniegos, caballitos de madera, zapatos… todo tenía cabida entre las decenas de puestos que había en el patio central.
Además, había varios camiones de comida o «foodtrucks» que están tan de moda ahora, como el de «Contigo baguette», que era tan bonito que no pude resistirme a subir a Martina a uno de los taburetes y hacerle una foto, y también un DJ que pinchaba música muy «oldie» pero muy divertida y que dio más ambiente aún si cabía al mercado.
Sólo un pero. Hacía mucho, pero mucho calor, y apenas sombras, aunque sí varios bancos con toldos en los que poder tomar algo fresquito.
Esperemos que lo repitan en otoño, seguro que volvemos y lo disfrutamos un poquito más 😉
Y vosotros, ¿qué habéis hecho el fin de semana?