El año pasado por estas fechas estaba muy convencida de no dejar a las peques en ningún campamento de verano, y lo cierto es que recuerdo esas semanas hasta que nos fuimos de vacaciones con verdadero horror.
Al estar sola con ellas prácticamente 24 horas al día no conseguía sacar trabajo adelante, las niñas vieron más tele de la que me hubiera gustado, y como madrugan tanto por las mañanas, se quedaban dormidas cuando el sol bajaba, justo cuando hacía menos calor y se podía salir a la calle. Si vivís en Madrid y no tenéis piscina en vuestra casa, os podéis imaginar de qué os hablo.
Este año, después de la experiencia del año pasado hemos tomado la decisión de que irán un par de semanas a un campamento de verano urbano en el que harán un poco de todo. Desde actividades deportivas, hasta salidas a la pisci del barrio, pasando por talleres de teatro, manualidades o sesiones de cine.
Las niñas al principio no estaban muy convencidas porque lo cierto es que aunque ir de campamento sea muy guay, implica madrugar y tener una “agenda” y lo que de verdad les apetece son vacaciones de verdad, de las de levantarse cuando quieran y hacer lo que les apetezca, bien sea tirarse a leer un libro, o jugar durante horas, aunque al rato empiecen los “me aburro” (que considero sanísimos, por cierto) o las peleas por hacer el mismo lego o tener la misma muñeca.
A medida que se acerca la fecha les va haciendo más ilusión ir, especialmente porque se van a juntar con muchos compañeros del cole, y también porque entre las tres hicimos un pedido a Sprinter de ropa, calzado y complementos para el campamento, y lo de ir de estreno, como para la mayoría, es un aliciente!
En la sección de campamentos de Sprinter, colaborador de este post, hicimos una selección de prendas y elegimos básicos como pantalones y camisetas de algodón con vistas a que puedan utilizarlos también durante las vacaciones de verano.
Para mí era primordial que pudieran aprovechar la ropa cuando se acabara el campamento y muchas prendas de las que elegimos, como los pantalones cortos y las camisetas, son perfectamente ponibles para un paseo por la playa con unas sandalias.
Para la pisci elegimos un bañador súper divertido, toallas de microfibra, unas zapatillas para el agua y unas bolsas para fuera más práctico llevarlo todo y luego guardar la ropa mojada.
Si estáis en Madrid y aún no tenéis campamento de verano, podéis mirar opciones en este link de Mammaproof Madrid, y para equiparles de arriba a abajo, echad un vistazo en la sección de campamentos de Sprinter, además los envíos y las devoluciones son gratis hasta el 21 de junio 🙂
Feliz lunes!
* Post en colaboración con Sprinter. Gracias por hacer que este blog siga creciendo!