Llevaba tiempo queriendo escribir sobre este tema, y justo hace pocos días me encontré con un reportaje gráfico maravilloso que me ha dado el último empujón a hacerlo.
Admitámoslo. Tan pronto como ves el positivo en el test de embarazo, empiezan los juicios. Incluso si la única que lo sabes eres tú, por que las mujeres tenemos especial facilidad para juzgarnos a nosotras mismas, y demasiado frecuentemente también al resto.
Todos los días en todos lados las madres son juzgadas por las decisiones que toman con respecto a cómo llevar su embarazo, cómo parir, cómo alimentar a sus hijos, cómo criarlos, ó incluso si hacen ó no algo más que «ser madres». ¿De verdad necesitamos esto? ¿no es el mundo lo suficientemente duro con las mujeres, con las madres, para que lejos de apoyarnos las unas a las otras nos dirijamos miradas de desaprobación y comentarios que esconden un «yo lo haría mejor»?.
Evidentemente, cada una de nosotras toma sus decisiones en base a lo que pensamos que es lo mejor para nuestros hijos, para nuestra familia, para nosotras… pero lo que me funciona a mí, no tiene por qué funcionarle a mi amiga. Por mucho que yo piense que «mi manera» es la mejor, no deja de ser eso, mi manera.
Los niños necesitan madres tranquilas, confiadas, sostenidas y apoyadas por otras madres. Tenemos mucho, muchísimo que aportarnos las unas a las otras. Apoyarnos mutuamente, con nuestras decisiones, cada una la suya, nos hace fuertes y nos llena de poder. Juzgarnos sólo hace daño. A quien juzga y a quien es juzgada.
Y no… no tiro la primera piedra, porque la inexperiencia, el creer que estaba en posesión de la verdad más absoluta, y el dejarme llevar por este «deporte olímpico», ha derivado en que en ocasiones yo también he juzgado a otras madres. Cuando entendí que podía invertir mi energía de una manera mucho más sana, el chip cambió, y ahora, lo primero que hago cuando estoy a punto de pensar de más, es imaginar la tarde, el día, la semana, el año ó la vida que lleva esa madre.
Dejad que os diga una cosa desde aquí, hagáis lo que hagáis, lo hacéis maravillosamente. Sois las mejores madres que podrían tener vuestros hijos, no dejéis que nadie os haga creer lo contrario, ni si quiera vosotras mismas…
Y aquí están las fotos de las que os hablaba al comienzo del post. La idea surgió de un grupo de 22 madres unidas en la web «Connecticut Working Moms», que estaban decididas a hacer algo para acabar con esta «Guerra entre madres» cómo ellas lo llaman, así que posaron de dos en dos con «confesiones» sobre su tipo de crianza, y una gran sonrisa. Todas diferentes, pero todas unidas.
«Les doy a mis hijos comida ecológica» – «Dejo a mis hijos comer comida basura»
«Le doy el pecho a mi hijo de dos años» – «Elegí leche de fórmula desde el principio»
«Tenía muchas ganas de volver al trabajo» – «Hubiera deseado una baja maternal más larga»
«Practico el colecho» – «Mi hijo duerme en otra habitación»
Esta sólo es una pequeña muestra, pero podéis ver el reportaje completo en este link.
Y vosotras, ¿os habéis sentido juzgadas por algo?, ¿intentáis no juzgar a otras madres por sus decisiones?