Estamos en plena Semana Internacional de la Lactancia Materna y aunque mi idea era pasarme toda la semana lanzando post sobre mi experiencia con las niñas y como asesora de lactancia, con las vacaciones de por medio mis planes han cambiado un poco.
El tema de este año es «Amamantar y trabajar», ya que en la mayoría de las ocasiones, la lactancia materna se abandona cuando la (ridícula e insuficiente) baja de 16 semanas llega a su fin.
Como asesora de lactancia, a menudo recibo muchas consultas sobre cómo continuar amamantando cuando toca incorporarse al trabajo y es que aunque cada vez hay más profesionales formados en lactancia materna, en la mayoría de los casos el primer consejo por parte de los pediatras suele ser el destete y la introducción de leche de fórmula.
Es innegable que cada maternidad, bebé, trabajo y dinámica familiar es distinta, y es muy poco probable que los consejos que pueda dar aquí valgan para todas las madres que se enfrentan a esta situación, por eso cuento mi experiencia sobre el tema no como asesora si no como madre por si a alguien le viene bien.
Vuelta al trabajo tras el nacimiento de Martina
Después de las (ridículas e insuficientes) 16 semanas de baja, a mí también me tocaba reincorporarme a mi por entonces trabajo, pero conseguí juntar las horas de lactancia con algunos días de vacaciones y un mes de excedencia para lograr los 6 meses de lactancia materna exclusiva que recomienda la OMS sin tener que separarme de Martina.
En principio no tenía pensado recurrir a la excedencia por que suponía estar un mes sin sueldo y tendríamos que hacer malabares, pero juntamos algo de dinero ahorrado y fue una de las mejores decisiones que he tomado nunca.
Llegaron los 6 meses y seguíamos sin estar convencidos de que fuera a una guarde, así que mi chico pudo cambiarse el turno de trabajo y quedarse con ella mientras yo trabajaba. Yo salía de casa cuando ellos aún dormían, y cuando él llegaba las dormidas éramos nosotras así que no nos veíamos demasiado, pero fue la mejor fórmula que encontramos para disfrutar de ella y poder cuidarla nosotros mismos.
Como había juntado las horas de lactancia, ya no tenía tiempo para extraerme leche, pero sí tenía tiempo para desayunar, así que un rato de ese tiempo lo pasaba con mi sacaleches para descargar un poco el pecho. Era increíble como según pasaban los días mi pecho se ponía en activo cuando llegaba «la hora» y sentía la subida de leche. En ese tiempo apenas conseguía extraerme 150ml que guardaba en una neverita pequeña con una tablita de hielo y que Martina desayunaba en un biberón a la mañana siguiente cuando se despertaba sobre las 9:00.
Como ya tenía 6 meses, comenzamos a introducirle la alimentación complementaria siguiendo un poco nuestro instinto y el método «Baby Led Weaning» o alimentación libre de papillas y pures del que os hablé hace un tiempo aquí. Después de ese biberón matutino con mi leche, Martina probaba un poco de todo. Un poco de galleta, torta de arroz, un poco de plátano, pasta, patata cocida…
A las 15:00, me venían a buscar a la puerta de la oficina, y volvíamos a reencontrarnos durante unos minutos antes de llegar a casa y que Jose se marchara a trabajar.
Es cierto que tenía un horario fantástico que me facilitó mucho continuar con la lactancia. Que probablemente si hubiera trabajado por las tardes hubiera sido más complicado. Es cierto que hoy por hoy muy pocas empresas consideran la lactancia materna como un beneficio para ellas (a más tiempo de lactancia, más defensas, menos enfermedades, menos preocupaciones, más productividad). Pero lo único que fue decisivo para continuar dando de mamar a Martina después de mi «vuelta al cole» fue el apoyo que recibí de mi chico, que estaba tan convencido como yo o más de lo importante que era proteger como fuera esa relación entre nosotras.
Cuando Martina cumplió un año, decidimos que comenzaríamos a llevarla a la guarde algunas horas. Jose volvió a su turno habitual y yo dejé de extraerme leche pero nuestra lactancia duró casi 3 años.
Y hasta aquí nuestra experiencia. Si necesitáis más info sobre vuelta al trabajo y lactancia materna, aquí os dejo unos links que pueden resultaros de interés 🙂
Y si queréis contarme o consultarme, podéis escribirme a hola@beatrizmillan.com
¡Me encantará conocer vuestras experiencias!