En esta última semana en la que parece que ha vuelto el invierno a Madrid, hemos vuelto a sacar nuestra caja de manualidades y rebuscar para disfrutar, jugar y aprender en casa.
Buscando en la caja, encontré un tubo de barritas fluorescentes que había comprado hace tiempo y que aún estaba sin usar, y no pudieron tener más éxito.
Primero por que «romperlas» y que los colores vibrantes aparezcan, para los niños es todo un espectáculo. Al ratito bajamos las persianas para evitar que entrase la escasa luz que había fuera y estuvimos jugando por toda la casa con ellas.
También las metimos en tarritos de cristal, y aprovechamos para hacer un xilófono casero rellenándolos con distintas medidas de agua.
Luego, con los conectores, se nos ocurrió hacer formas, caritas, las letras para formar el nombre de Martina, y collares y pulseras, claro!
Mucha diversión con algo sencillo, barato, y fácil de encontrar*.
*Los nuestros son de las tiendas Tiger