Hacía ya un año que conocía el proyecto de Agroturimo El Capriolo y llevaba tiempo con muchísimas ganas de hacernos una escapada y visitarlo en familia, así que aprovechando un par de días libres, nos acercamos a descubrir este centro de agroturismo en Garganta de los Montes, a apenas 45 minutos de Madrid.
El pueblo de Garganta de los Montes pertenece al Valle de Lozoya, y sus alrededores son ya parte del Parque Nacional de Guadarrama, por lo que el aire puro de las montañas está asegurado, algo que quienes vivimos bajo la seta de contaminación de Madrid, agradecemos y mucho!
Los alojamientos rurales de El Capriolo están prácticamente en el centro del pueblo de Garganta de los Montes, y están equipados con todo lo necesario para que sientas como en tu propia casa. Nosotros nos alojamos en la casa Lucca que tiene tres habitaciones, dos baños, salón, cocina, y hasta un pequeño patio lleno de plantas y duendes que para las niñas fue el perfecto escenario para sus juegos.
El centro de Agroturismo de El Capriolo está pensado para vivir una experiencia de contacto directo con la naturaleza y que los más peques aprendan como viven los animales de una manera cercana, así que además de alojamiento, dispone de instalaciones en las que realizar muchas actividades en familia, desde visitas a la ganadería hasta paseos en burro, pasando por rutas panorámicas en 4×4 o talleres de todo tipo (mermelada artesana, jabones naturales, hornos solares…)
Nosotros llegamos a eso de medio día, y tras instalarnos en el apartamento dimos una vuelta por los alrededores del pueblo y anduvimos un poco por una de sus rutas (podéis consultarlas aquí). Por la tarde Jaime, uno de los responsables de El Capriolo, nos recogió en su 4×4 para ir a ver a los terneritos que habían nacido en las últimas semanas y las peques estaban emocionadas con el más pequeñito.
Después fuimos a la huerta, aunque al estar en otoño había poco que recoger. Aún así nos llevamos unas zanahorias, una alcachofa y una remolacha que cocinamos para cenar y que nos supieron riquísimas y que las peques tomaron acompañada de un poco de carne que la familia de Jaime la carnicería la familia
A la mañana siguiente desayunamos en la sala Florencia, y es que aunque la cocina está totalmente equipada, nosotros optamos por comer fuera, hacer una cena ligera en la casa, y tomar el súper desayuno/brunch que ofrecen en su sala común. Zumo de naranja recién exprimido, café recién hecho, bizcocho casero, yogures, fiambre, y el plato estrella, huevos de su granja que Luz te prepara con todo su amor (gracias por cuidarnos tanto!)
Después de coger energías teníamos un súper planazo que las peques disfrutaron muchísimo, una pequeña ruta por caminos del Valle de Lozoya montando en burrita. Durante el paseo, Jaime nos iba dando una pequeña clase de botánica contándonos curiosidades de la zona y de su fauna y flora. Las burritas Marta y Valentina se portaron fenomenal con Martina y Julieta y luego recibieron muchos mimos. La verdad es que es un animal precioso, y muy fotogénico!
Pudimos recoger unos huevos que habían puesto las gallinas, y nuestro plan continuó con una ruta panorámica en 4×4 que nos llevó hasta el mirador de «La Cabeza del Cuadrón», desde el que pudimos divisar el Río Lozoya desde las alturas, o los embalses de El Atazar y Riosequillo.
Un par de días fueron suficientes para escapar de la vida en la ciudad (y su contaminación!) y sumergirnos de lleno en la tranquilidad y la vida slow de Garganta de los Montes. Y es que de vez en cuando necesitamos estas escapadas en familia para coger impulso! Alojarnos en El Capriolo nos dio la oportunidad de disfrutar de un montón de experiencias fantásticas que nos conectaron aún más con la naturaleza en un espacio donde los animales son cuidados y queridos.
El Capriolo quiere tener un detalle con todos los que hagáis vuestras reservas para el fin de semana del 25/26 de noviembre, y si decís que vais de mi parte os regalaran un taller de naturaleza para disfrutar en familia. No perdáis la oportunidad, el sitio es fantástico!
**PINEALO PARA MÁS TARDE**
