Cualquiera que nos conozca a mi madre y a mi, sabrá que de ella he heredado muchas cosas. Gestos, chascarrillos, la manera de mover las manos cuando hablamos… y el amor absoluto por el momento desayuno, tanto en casa como fuera, midiendo la calidad de los hoteles por el buffet mañanero, probando los distintos brunch que ofrece Madrid, y preparando un festín en casa cada vez que podemos.
Cuando era pequeña los desayunos de entre diario eran más bien a la carrera. Siempre he sido muy dormilona (tanto que mi madre me «engañaba» cada dos por tres con la historia de que estaban regalando cromos en la puerta del colegio a los que llegaran antes para que saliera de la cama), así que no había mucho tiempo de disfrutar del desayuno con calma.
Ahora con las peques, para qué engañarnos, la situación es parecida. Desayunan medio adormiladas y el objetivo es que todo lo que tomen sea variado, apetecible y con unos aportes suficientes para afrontar la jornada.
Como no podía ser de otra manera, las dos tienen gustos muy distintos en cuanto a sabores. Martina prefiere tostadas y fruta, y Julieta se pirra por el aguacate y el pavo, pero a las dos les gusta beber un vaso de leche con cacao en el desayuno.
Una de las cosas que más me preocupan últimamente es el tema de los azúcares, y cuando conocí Cacaolat Upp me pareció una mejor alternativa a los polvos de cacao que tomábamos en casa (20gr de azúcar por cada dos cucharadas), ya que tiene menos de una tercera parte por cada 100ml (6,2gr por cada 100ml), y además cuenta con cereales de lenta absorción sin gluten, lo que les aporta energía duradera para la mañana. Tiene un intenso sabor a cacao, y como apenas lleva azúcares añadidos el sabor es riquísimo, nos ha encantado a las tres! 😉
Las fotos son todas de ayer domingo, cuando intento preparar un súper desayuno con todo tipo de opciones dulces y saladas para disfrutarlo en familia y en calma. Zumos, distintos panes, mermeladas, cereales, algo de bollería, pavo, aguacate, Cacaolat Upp, y unas brochetas de melón, sandía, plátano y arándanos que a las peques les encantan y que como pueden dejarse preparadas la noche anterior, es una manera fácil y rápida de que tomen fruta por la mañana. Incluso se la pueden llevar de camino al cole!
Creo que si pudiera pedir un deseo pediría poder disfrutar de este tipo de desayunos todas las mañanas. Me cargan de energía para el resto del día!
Buen inicio de semana a todos, y a desayunar sano y rico!
*** Post en colaboración con Cacaolat