Hace ya un tiempo que Martina y yo hicimos juntas este atrapasueños DIY para colgar sobre su cama, y hoy os comparto los pasos de cómo lo hicimos. Ya os aviso que es súper fácil y que incluso los más peques pueden ayudar a fabricarlo, así que os animo a hacerlo!
Lo primero, lista de materiales:
- Un bastidor. El nuestro mide 14,5 cm de diámetro, pero puede ser de cualquier tamaño.
- una aguja de ojal grande
- Cuerda de algodón de colores. Las nuestras son de Tiger pero en cualquier sitio de manualidades podéis encontrarla.
- Pompones, abalorios, plumas… Nosotras encontramos un montón de cosas en Tiger también, como estas lentejuelas de distintas formas
Elegimos el color de la cuerda con la que queremos empezar a «tejer la red» y la vamos enrollando alrededor de uno de los aros (el otro lo podemos dejar para otro proyecto o para un segundo atrapasueños). Es importante hacer un nudo doble en cada punto del aro porque si no es posible que la cuerda no se tense lo suficiente. Entre medias de la red podéis meter algunas bolitas o dejarlo tal cual.
Más o menos calculad unas 5 o 6 puntos de unión con el aro por cada cuerda de colores. Nosotras hemos utilizado sólo dos, pero con más pueden quedar igual de bonito, seguro.
Ahora hay que recortar unos 5-6 trozos de cuerda y atarlos en lo que va a ser nuestra parte de abajo del atrapasueños. Cuando están todas sujetas, las enhebramos en nuestra aguja y vamos ensartando los pompones (por en medio para que no se deshagan), las cuentas, lentejuelas y abalorios en el órden que más nos guste. Recomiendo 100% dejar esta tarea a un niño, el resultado será mil veces más bonito y vistoso que si lo hiciéramos nosotras 😉
Además, este paso es un ejercicio estupendo de psicomotricidad fina para los peques, y en el que hace falta mucha concentración y cuidado, por lo que involucrarles es una gran oportunidad para que practiquen estas habilidades.
Finalmente sólo queda atar otro pequeño trozo de cuerda en la parte superior y colgarlo de un clavo, chincheta o similar en el rincón de la casa que más nos guste!
Seguro que con tantos colores y brillis las feas pesadillas se convierten en sueños divertidísimos, o al menos eso queremos creer!
ps. La lámina preciosa de «Born to be Wild» es de La Pendeja, a quien entrevisté el pasado viernes aquí y que sortea entre todos los lectores del blog una de sus ilustraciones originales. ¿Has participado ya?