Ayer regresamos de nuestra escapada a Tarragona y hacía mucho tiempo que no tenía esta sensación de “no quiero volver a Madrid”. Necesitábamos y mucho estos días de desconexión en familia y el destino elegido no ha podido ser más acertado para ello.
Los dos primeros días estuvimos en modo aventura alojados en una caravana del Camping Miramar como os conté aquí, y del miércoles al domingo estuvimos en un bungalow del Camping Playa Montroig, un concepto de camping-resort en el que nos hemos sentido como en casa desde el primer momento. especialmente diseñado para disfrutar y descansar, justo lo que necesitábamos.
Playa Montroig Camping Resort está situado a pie de playa, y por sus dimensiones, instalaciones y facilidades, se diría que es casi una mini ciudad de la que no es necesario salir si no te apetece. Un sueño para familias con niños que buscan descansar, disfrutar y desconectar.
La zona de caravanas es la que está más pegada a la playa (pegada nivel casi te salpica el agua de las olas, vamos), y si tenéis la suerte de tener una os recomiendo esta opción totalmente. Las parcelas son grandes, los servicios de aseos y lavandería están cerca (e impolutos!) y la zona de restauración, supermercado y ocio a tan solo unos pasos.
Si como nosotros el mundo caravana aún no ha llegado a vuestras vidas, entonces tenéis la opción de alojaros en bungalows como nosotros hicimos y tener todas las comodidades a vuestro alcance.
Además los bungalows están a tan sólo unos pasos de la zona de piscinas de la que desde ya os aviso vuestros hijos no querrán salir… Piscinas con agua fría y climatizada, toboganes, una pequeña para los bebés, cascada, y mucho césped con sombras para plantar la toalla y olvidarse del mundo.
Y al lado de la piscina… el SPA! Durante nuestra estancia yo aproveché y me escapé a conocerlo, y ya de paso a hacerme un masaje y una pedicura y salí nueva. No es muy grande pero sí tiene todo lo necesario para crear un pequeño remanso de paz, especialmente si vas en temporada de baja ocupación como nosotros.
Si os gusta el deporte también estáis de suerte. Pistas de tenis, campos de fútbol, pistas de paddle, gimnasio, alquiler de bicis, y una programación de clases mañaneras de yoga, pilates o zumba genial para empezar el día con energía. Yo estuve en varias clases, y empezar así el día fue muy guay.
¿Y los niños? Pues a los niños no se les oye, directamente. Están en su salsa. Espacio abierto y libre para corretear y explorar, zonas de columpios a cada paso, talleres de manualidades por la mañana y por la tarde (gracias Andrea por poner tanto cariño en tu trabajo!), actividades deportivas, sesiones de cine, mini disco… y amigos de todas las nacionalidades, claro, que es desde mi punto de vista, la parte más bonita de la experiencia del camping.
Una de las cosas más aparentemente sencillas pero que valoramos un montón como familia es el servicio de supermercado dentro del camping. La selección de productos era semejante a la de cualquier súper de barrio, con productos frescos, panadería, croissanterie, y también cosas de menaje o utensilios básicos. Si se te ha olvidado algo en casa, con toda seguridad lo podrás encontrar allí.
El servicio de restaurante también es de nota. Nuestras experiencias culinarias en hoteles o resort siempre ha dejado un poco que desear, bien por la calidad o porque los precios eran desorbitados, y aquí siempre hemos comido fenomenal. A mediodía tienen un menú muy equilibrado de cocina mediterránea, y por la noche puedes elegir raciones, sandwiches, pizzas u otros platos más elaborados de su carta. El staff además es súper friendly con los peques (mención especial a Gloria, que nos cuidó siempre un montón)
Nosotros que somos de descubrir sitios allá donde vamos, de hacernos kilómetros y encontrar pueblos con encanto o lugares interesantes, esta vez tan sólo hicimos una excursión mañanera a Parc Samá y Cambrils porque nos lo recomendaron mucho (el viernes os lo cuento en el blog por si vais por la zona) pero lo cierto es que según llegamos a Playa Montroig Camping Resort lo que queríamos era disfrutar de la experiencia de camping, que las peques estuvieran libres, y nosotros despreocupados y relajados. Sin duda lo conseguimos, y repetiremos seguro!