Este pasado fin de semana, el mercado de La Buena Vida ha celebrado su primer aniversario, y nosotras no queríamos perdérnoslo por nada.
La Buena Vida, como ellos dicen, puede ser distintas cosas para diferentes personas, pero principalmente es un proyecto que persigue el poder disfrutar de la buena comida, de la familia, de los amigos, compartir, amar, aprovechar el momento. Eso es el «buen vivir».
Desde hace un año, el primer fin de semana de cada mes «La Buena Vida» viene ofreciendo productos ecológicos, artesanos y de proximidad, acercando a productores y consumidores, pero no es «sólo» un mercado. «La Buena Vida» es un punto de encuentro, es un lugar donde aprender a hacer pan artesano ó repostería de la abuela. Un espacio en el que compartir conocimientos y debatir. Y lo más importante para nosotras, los niños SIEMPRE son bienvenidos, integrándolos en las actividades, diseñando espacios para ellos con cojines con los que construir fuertes y paredes en las que pintar libremente.
Entre sus planes de futuro se incluyen la gestión de compra-venta de cestas de productos ecológicos, y dar mucho más protagonismo a los más pequeños, con talleres pensados exclusivamente para ellos.
¡A nosotras ya nos han vuelto incondicionales de su filosofía!