Este pasado domingo nos levantamos con más bien pocas ganas de hacer nada… el día amanecía nublado y daba pereza hasta salir de la cama. Pero de repente nos pusimos las pilas, y decidimos ir a dar un paseo por la Sierra de Madrid a ver si conseguíamos recoger algunas moras. A Martina le hacía mucha ilusión, y aunque la tripita de 37 semanas ya pesa, me ví con energías.
Y allá fuimos. Paramos en La Barranca de Navacerrada, que para dar un paseo con peques es bastante accesible, y además de que hacía un día otoñal precioso, el camino estaba lleno de zarzas repletas de moras que fuimos recogiendo (y comiendo) según paseábamos.
Martina disfrutó muchísimo, y a cada paso se iba comiendo las moras que recogíamos… aún así conseguimos llevar a casa algo más de 300gr con los que pudimos preparar una tarta estupenda cuya receta compartiré mañana por aquí.
¿No os encanta el otoño?