Como os conté el martes aquí, hace unas semanas disfrutamos de una sesión de fotografía familiar con Julia Puig, y elegimos dos localizaciones para las fotos, el Barrio de las Letras y el precioso (en otoño más que nunca) Parque del Retiro.
El día amaneció con un poco de niebla, pero a medida que pasaron las horas el sol empezó a calentar, cumpliendo ese dicho que tanto le gusta a mi padre de «Mañanitas de niebla, tardes de paseo», y regalándonos una luz preciosa que combinó a la perfección con la mirada de Julia.
Pasamos la mañana paseando, dando de comer a unas ardillas que encontramos (¡aún quedan!), disfrutando de toda la gama de colores otoñal que nos ofrecían los árboles, lanzando hojas secas al aire, y como el día anterior, siendo fotografiados sin que nos diéramos cuenta.
El Retiro estaba especialmente bonito frente al Palacio de Cristal, y allí salieron varias de mis fotos favoritas de este día.
Y en las columnas del Monumento a Alfonso XII, Martina y yo jugamos a las hadas mientras Julieta dormía la siesta en brazos de papá.
Miro las fotos una y otra vez y no puedo evitar emocionarme. Los primeros pasitos de Julieta, los reflejos cobrizos de su pelo, Martina dándome un beso «de los de sacar la muela», las miradas cómplices con su papi… Julia ha conseguido captar todo eso en unas fotos llenas de frescura, tiernas y profesionales que formarán parte de nuestra gran caja de recuerdos familiar para siempre.
En ese fin de semana de sesión se ganó nuestro cariño y el de las niñas con su sonrisa y sus trucos para que todos estuviéramos relajados ante la cámara y no podemos estar más agradecidos por poder haber disfrutado de esta experiencia.
Si vosotros también queréis tener este precioso recuerdo, podéis participar en el sorteo de una sesión como la nuestra, aquí 🙂
¡Hasta la semana que viene!
