Estuve resistiéndome unas semanas, incluso logré posponerlo todo un año, pero finalmente he tenido que claudicar y rendirme ante la evidencia… Martina quería un cumpleaños de princesas, y no había más que hablar, por mucho que a mi me rechine el color rosa, lo cursi, Disney, y la purpurina. Así que en seguida contacté con Celia, de «Ahora soy Mamá» para que diseñara la cartelería del cumple como ya había hecho en otras ocasiones y así poder poner un toque más personal a la fiesta.
Una vez decidida temática y colores, me lancé a comprar manteles, vasos, platos, y pompones. No quería que fueran especialmente «de princesas», así que simplemente combiné distintos tonos de rosa para conseguir el efecto «princesil» pero sin recargar.
Como todavía hace bueno, lo celebramos al aire libre al igual que otros años, así que a falta de jardín, tomamos prestado un trocito del parque Juan Carlos I que nos pilla cerca de casa, y además tiene parking gratis, que facilita mucho la vida a los invitados.
Las fiestas al aire libre tienen mucho encanto, pero también son muchas las cosas a tener en cuenta, sobre todo si es un espacio público en el que pueden surgir mil imprevistos, así que estoy preparando otro post con todos los trucos que he ido aprendiendo en estos cuatro años montando fiestas en parques, y que espero poder publicar en breve.
Uno de esos «inconvenientes» de las fiestas al aire libre es que no suele haber paredes para decorar, y a veces los guarda parques no quieren que pongas globos o guirnaldas en los árboles por miedo a que salgan dañados, así que este año, mi marido que es un santo paciente y que toooodos los años me ayuda con mis locas ideas, consiguió dos postes de madera, cortó uno de los extremos «en estaca» de modo que pudieran clavarse en la tierra, los pintó de blanco, y los colocó a los lados de la mesa para que se pudiera colocar la guirnalda (Zara Home Kids), y los pompones de nido de abeja (Sotrenegrene e Ikea).
En esa mesa, coloqué también una guirnalda de fieltro en el faldón que le hice con fieltro y en la que se leía «Martina cumple 4». Fue una idea de última hora y a ella le encantó reconocer su nombre en ella.
Al lado de la mesa principal, coloqué una más pequeña y bajita para que las peques llegaran bien a los vasos, servilletas, pajitas, patatas y gusanitos, chuches, y las maravillosas galletas que nos hizo especialmente para la ocasión mi amiga Carmen de «De un Bocado».
En esa mesa también colocamos algunas sorpresas que preparamos Martina y yo para sus amigas princesas. Los detallitos que tuvimos con ellas y la GRAN sorpresa de la fiesta, os lo enseñaré en la segunda parte de este post a lo largo de la semana.
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