Cuando Celia (Ahora soy mamá) nos propuso a Clara (Clara B Martín) y a mí ir con nuestras familias a su casa en la sierra de Madrid y quedarnos a dormir allí para hacer el «Despierta foto» juntas, me emocioné pensando en la súper experiencia que iba a ser el compartir con ellas ese momento, y también en que tendría a nada menos que a dos mujeres tirándome de la cama a horas inhumanas y que no les iba a valer ninguna excusa.
Da la casualidad de que las tres tenemos niñas de edades parecidas, y también bebés de los mismos meses, y como ya hemos quedado más veces, todos disfrutaron mucho desde el principio, hasta los maridos! además la casa de Celia es un paraíso para cualquier niño, por que está llena de juguetes preciosos, zonas para disfrutar de ellos, y un estupendo jardín para corretear, así que en cuanto llegamos, los niños prácticamente «desaparecieron», y nosotras nos dedicamos a hablar mientras los chicos preparaban la cena.
Después de cenar los peques tuvieron su particular fiesta de pijamas saltando en el sofá, bailando, incansables, hasta casi media noche. ¡Y nosotras pensando en las pocas horas que nos quedaban para levantarnos!
Pero por la mañana, la emoción pudo con el sueño (y el frío! brrr) y salimos en busca del amanecer con las cámaras al cuello, forradas de bufandas, un termo de café, y mucha ilusión.
Hicieron falta pocos pasos para encontrar un claro con encinas y algunas rocas lo suficientemente alto como para poder observar bien la salida del sol, y hacer (o al menos intentar) fotos bonitas de ese momento, y de como su luz dorada lo iba bañando todo.
Teníamos tantas ganas de ver el sol salir y estábamos tan nerviosas por si estábamos en el lugar equivocado, que comprobamos varias veces en la brújula si estábamos bien situadas y mirando al este.
Empezamos a ver como el horizonte se iba tiñendo de tonos rojos y anaranjados, y la luz se reflejaba en las rocas, las encinas, los matorrales…fue verdaderamente mágico y aprovechamos para sacar el termo de café y ponernos uno bien calentito para disfrutar juntas del espectáculo.
Clara, que de las tres es la que más sabe de fotografía, nos iba dando algunos trucos e ideas para hacer fotos no sólo del amanecer, si no de los detalles que nos recordaran la mañana tan especial que pasamos juntas.
Nos pusimos a disparar con las cámaras y casi nos olvidamos de subir una foto a Instagram con el hashtag #despiertafoto que propone Álvaro Sanz, así que con los dedillos medio congelados por el frío nos pusimos a «socializar» un poco.
Y como él mismo recomienda, al poquito volvimos a casa no sin antes pasarnos por la churrería del pueblo para comprar el desayuno y llevárselo a las fieras y a nuestros chicos 😉
Ha sido un fin de semana estupendo gracias a la hospitalidad de Celia y su familia bonita que nos acogieron en su casa y nos hicieron sentir como si fuera nuestra. ¡Ojalá podamos repetirlo pronto!
Por cierto, entre la escarcha de la mañana, diminuta y tímida, nos pareció ver a la primavera asomándose…
